Vargas Llosa: Discurso em Estocolmo

Inventamos las ficciones para poder vivir de alguna manera las muchas vidas que quisiéramos tener cuando apenas disponemos de una sola. 

Sin las ficciones seríamos menos conscientes de la importancia de la libertad para que la vida sea vivible y del infierno en que se convierte cuando es conculcada por un tirano, una ideología o una religión. Quienes dudan de que la literatura, además de sumirnos en el sueño de la belleza y la felicidad, nos alerta contra toda forma de opresión, pregúntense por qué todos los regímenes empeñados en controlar la conducta de los ciudadanos de la cuna a la tumba, la temen tanto que establecen sistemas de censura para reprimirla y vigilan con tanta suspicacia a los escritores independientes.
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Por eso tenemos que seguir soñando, leyendo y escribiendo, la más eficaz manera que hayamos encontrado de aliviar nuestra condición perecedera, de derrotar a la carcoma del tiempo y de convertir en posible lo imposible. 

Discurso que passa pela família, pela inspiração dos clássicos da literatura,  a transversalidade da literatura, a literatura como civilização e libertação, contra o fanatismo e pela liberdade, da Europa à América Latina, contra as ditaduras e contra quem as tolera, de Espanha colonial ao Perú independente,  da infância à família e a criação literária.

A Esposa ainda interrompeu o discurso com "um elogio":
-Mario, para lo único que tú sirves es para escribir