Los cuatro millones de parados, cifra que Zapatero, Solbes y Corbacho juraban por sus muertos que jamás alcanzaríamos, ya están aquí, y eso que todavía nos queda por descender la mitad del precipicio. En esta tesitura, las pensiones públicas no corren peligro alguno, en efecto; pero por la sencilla razón de que dejarán de existir, así que será imposible que les ocurra nada.
Pero es que, además, las clases ociosas que viven del dinero de los contribuyentes son cada vez más numerosas, y cada vez devoran una porción mayor del presupuesto. Funcionarios (tres millones), sindicatos sin afiliados, artistas sin clientes, cineastas sin público; oenegés, observatorios de cualquier objeto de observación incluido en la agenda progresista; políticos, analfabetos funcionales o no, con su legión de asesores y gastos suntuarios de todo tipo, forman una casta privilegiada que consume ingentes recursos públicos y agravan el desequilibrio financiero de la nación.
Pablo Molina em Libertad Digital
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fundações, autoestradas sem carros, aeroportos sem aviões, fontes luminosas sem água, viadutos sem saída, Casas da Música que alguém pagará, TGVs sem clientela.
Hoje fomos surpreendidos pelo anúncio do início em Maio da requalificação da 125 e inauguração de um Hotel. Tudo serve para esconder o que nada se fez.
Vem aí uma enorme factura ...
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