Como ha informado LA GACETA, el joven Nicolas Bernard-Busse fue condenado a cuatro meses de arresto, dos de prisión firme, e inmediatamente internado en la cárcel de Fleury-Mérogis, uno de los mayores centros penitenciarios de Europa. Ayer la novedad era que Nicolas había sido trasladado a una celda de aislamiento. ¿Por qué? Según la versión oficial, “por su propia seguridad”.
Las condiciones en la celda de aislamiento son particularmente severas: no hay posibilidad de hablar con los familiares, sólo su abogado puede visitarle, el reo se encuentra separado de las zonas comunes por una docena de puertas vigiladas y la comida se le sirve a través de una trampilla.
Lo que sí puede recibir el joven es correo postal. Y de hecho, son centenares las cartas de apoyo que Nicolas recibe a diario. Porque el joven Bernard-Busse, primer preso político del movimiento ciudadano contra la ley Taubira, se ha convertido en un mártir a ojos de millones de franceses. Su dirección postal es esta:
M. Nicolas Bernard Buss.
404 247 // D-4.
M.A de Fleury.
7, avenue des peupliers.
91 700 Fleury-Merogis.
La situación de Nicolas es objetivamente tan absurda, y la pena tan desproporcionada, que el asunto ha levantado un tenso debate en Francia, y ello a pesar de que la mayoría mediática ha intentado condenar el caso al silencio. El pasado domingo, en las concentraciones de apoyo a Nicolas, el cofundador de Reporteros sin Fronteras, Robert Ménard, se preguntaba: “¿A cuántos sindicalistas de la CGT se ha metido en prisión por negarse a hacer una prueba de ADN, como ha sido el caso de Nicolas?”. Evidentemente, a ninguno.
M. Nicolas Bernard Buss.
404 247 // D-4.
M.A de Fleury.
7, avenue des peupliers.
91 700 Fleury-Merogis.
La situación de Nicolas es objetivamente tan absurda, y la pena tan desproporcionada, que el asunto ha levantado un tenso debate en Francia, y ello a pesar de que la mayoría mediática ha intentado condenar el caso al silencio. El pasado domingo, en las concentraciones de apoyo a Nicolas, el cofundador de Reporteros sin Fronteras, Robert Ménard, se preguntaba: “¿A cuántos sindicalistas de la CGT se ha metido en prisión por negarse a hacer una prueba de ADN, como ha sido el caso de Nicolas?”. Evidentemente, a ninguno.
Nem os criminosos de Guerra são tratados assim em Haia. Isto parece uma intimidação cruel usando as tácticas comunistas de Castro que nem à Cruz Vermelha permite a entrada nas prisões cubanas. Pobre França, pobre Europa ... a Liberdade, a Lei e a Justiça estão sequestradas neste continente.
1 comentário:
Como las chekas de 1936.....
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