Logo depois do desfile feminista e progressista ... uma mulher e ainda por cima negra, imigrante e desfavorecida especialmente porque sim, que carrega desde Adão e Eva e no discurso da esquerda os fardos mais pesados da humanidade, parece ter sido a autora do estrangulamento do enteado: uma criança branca e privilegiada. Mais um inocente vítima da desagregação das famílias.
Federico Jimenez dos Santos é autoritário:
Solo hace cuatro días que vivimos en España una especie de monumental auto de fe, inquisitorial, una especie de linchamiento simbólico, de la mitad de la especie humana, masculina, de España. En esta minusvalía ética que vivimos en el día de la mujer trabajadora protagonizada por muchachitas apenas alfabetizadas que decían guarradas en la puerta de Zara y por provectas señoras que juraban que los hombres son malos.
Se sostenía y se sigue sosteniendo, es más, que en los periódicos hace falta una inquisición para colocar a columnistas feministas y feministos para que cumplan a rajatabla las órdenes de la nueva primacía ideológica: que las mujeres son buenas y los hombres son malos.
Ayer toda España se conmovió con el asesinato del pobre Gabriel y la detención de una mujer, la pareja del padre del niño. Una mujer asesina, inmigrante y de color. Lo tiene todo para ser inocente y sin embargo, igual que cualquier hombre, ha matado. Y ha hecho algo peor, haga fingido dolor en televisión y al lado de los padres del niño, ha hablado con los medios y se ha adornado en las redes sociales. ¿Y no habíamos quedado en que la violencia en España era masculina? ¿En que las mujeres no mataban? ¡Pues matan!
En el último año han muerto 23 niños en España, 16 de ellos, a manos de sus madres.
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